Querida Tribu,
Quiero tomarme un momento para compartir contigo una parte muy personal de mi viaje reciente. Durante mucho tiempo he sido un defensor apasionado de la terapia, pero apenas esta semana he comenzado a aplicarla en mi vida de manera más profunda. Estoy convencido de que vivir en mi propósito no solo implica compartirlo con los demás, sino también integrarlo plenamente en mi ser.
Como muchos de ustedes saben, mi enfoque se centra en el bienestar holístico, pero imagina lo incoherente que sería no practicar lo que predico. No sería alineado con mi visión ni ético para ninguno de nosotros. No merezco llevar un mensaje diferente y, sobre todo, tú no mereces recibir una energía que no esté en sintonía con lo que realmente soy.
Por eso quiero compartir mi viaje personal contigo, esperando que te inspire, ya sea para comenzar tu propio proceso terapéutico, retomarlo si lo has dejado, o reafirmar lo que ya estás haciendo. Estos días he estado lidiando con un alto nivel de estrés debido al trabajo, proyectos de pareja y este proyecto de bienestar que tanto amo. Me sobrecargué, y eso comenzó a reflejarse en mi carácter, llevándome a episodios de depresión.
Entiendo que no solo soy responsable de lo que siento, sino también de cómo eso puede afectar a los demás. Definitivamente no elijo esa energía, no es un estado en el que quiero permanecer. Por ello, tomé la decisión de reorganizar mis prioridades, dedicarme un día completo a actividades que me nutran, y, por supuesto, cultivar una mente en calma para poder compartir lo mejor de mí contigo.
Iniciar terapia es como abrir un cajón lleno de luces de Navidad enredadas. Comienzas a desenredar ese desastre que ha estado guardado durante años, y aunque en ocasiones resulta frustrante, cada pequeño avance aligera la carga. Empiezas a desechar lo que ya no te sirve, y poco a poco, sientes cómo el peso se desvanece.
Estoy profundamente feliz y orgulloso de este proceso en el que me encuentro. Quiero compartir contigo una canción que ha resonado profundamente en mi corazón durante este viaje: Puedes escucharla aquí: Gracias – Thalía. Es una canción que habla de amor propio y de abrazar todas nuestras partes, incluso las que a veces queremos ocultar.
Para no ocupar más de tu día con este correo, te dejo con un abrazo lleno de amor. Te quiero, te veo, y te deseo un día maravilloso.
Por último, te invito a un mini retiro que estaré facilitando el 26 de octubre en Indianapolia. Será un espacio especial para mujeres y hombres que deseen trabajar en su autoestima. Si te interesa más información, no dudes en responder a este correo o visitar mi página web www.andyvald.com. ¡La he estado creando con mucho cariño, y me encantaría que te pases por nuestro hogar digital que, al igual que nosotros, sigue creciendo día a día!
Namasté y un abrazo cálido,
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